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Ya en un post anterior habíamos comenzado a desarrollar este amplio tema. Como decíamos, la selección del tejido ideal para cada cortina puede ser una tarea abrumadora, considerando la gran variedad a disposición. Esperamos que esta pequeña guía te ayude a simplificar tu tarea de selección. En la primera parte cubrimos los tejidos de origen natural, ahora hablaremos de los tejidos artificiales y/o sintéticos:

• Viscosa o rayón: según la fabricación, la textura de este tejido puede parecerse a la de la seda, la lana o el algodón. Suele ser sumamente suave al tacto, por eso se conoce como “seda artificial”. A pesar de que no es muy resistente a las rasgaduras, es un tejido que aporta resultados estéticamente agradables y con un costo inferior al de la seda.

• Nylon: es una fibra sintética muy popular por su resistencia al uso y a las rasgaduras. Tiene un aspecto lustroso, por lo que también suele agregarse a fibras naturales para aumentar su brillo y resistencia. Su elasticidad proporciona también un buen efecto drapeado.

• Acrílico: similar a la lana por sus características de calidez y espesor. Se mezcla con otros tejidos y se suele utilizar para cortinas te exteriores. Una de sus desventajas es que es inflamable.

• Acetato: es brillante, elástico y de tacto suave parecido al de la seda, aunque tiene una caída un poco más pesada que ésta. Se tiñe fácilmente con colores brillantes y no se desgasta rápidamente. Las polillas lo odian pero en cambio atrae mucho al polvo. Es muy inflamable. Con esto cerramos los posts referentes a los tejidos que se pueden utilizar en la confección de cortinas. Por supuesto ésta es solo una guía resumida, para saber más no dudes en contactar con Isprosol.

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Actualmente, la seguridad es uno de los factores determinantes en la proyección de espacios públicos. Arquitectos, ingenieros y diseñadores siguen varias pautas de seguridad que están determinadas no sólo por reglamentos gubernamentales sino también por simple ética de trabajo. Dentro de este ámbito se encuentran los tejidos y sus propiedades para enfrentar eventuales incendios. Los tejidos inflamables pueden contribuir a alimentar las llamas, y también a generar humo tóxico que impide la visibilidad y afecta la respiración. El humo es, en efecto, uno de los factores más peligrosos durante un incendio, resultando a veces incluso más letal que el mismo fuego.

En líneas generales, los tejidos naturales son poco inflamables, mientras que los tejidos sintéticos o artificiales suelen tener un alto grado de inflamabilidad y de generación de humos tóxicos. La mayoría de los tejidos que se utilizan en la decoración pueden ser tratados para que pierdan sus características inflamables. El término “ignífugo” significa “que protege contra el fuego”. Sin embargo, a pesar de que se conocen con ese término, la mayoría de los tejidos ignífugos en general lo que hacen es retardar el efecto del fuego de distintas maneras, ya sea obstaculizando la difusión de las llamas o entrando en combustión a temperaturas más elevadas que otros materiales.

Algunos tejidos poseen ya de por sí propiedades ignífugas gracias a su estructura química y composición interna. Otros en cambio son tejidos originalmente inflamables que se someten a tratamientos especiales para aumentar su resistencia al fuego. Generalmente estos tratamientos consisten en agregar sustancias que al ser expuestas a las llamas vitrifican el tejido, evitando la propagación de las mismas. Algunas de estas sustancias pueden ayudar a disminuir la intensidad del incendio. Por otro lado, los tejidos ignífugos no generan aquellos peligrosos humos tóxicos de los que hablamos anteriormente.

Por último cabe recordar que el uso de tejidos ignífugos no se limita a espacios públicos, ya que pueden ser utilizados también en contextos residenciales, especialmente en la zona de la cocina o cerca de una chimenea.

Las venecianas son cortinas muy utilizadas en los ambientes de trabajo, y gracias a su practicidad, actualmente se usan también en la decoración del hogar. Constituyen la solución ideal para contextos donde llega mucha luz solar directa y donde se desee regular las corrientes de aire que entran en los espacios.

Las cortinas venecianas están conformadas por lamas horizontales que pueden ser de distintos anchos, desde 16 mm hasta 50 mm. Dependiendo del material, pueden ser utilizadas tanto en interiores como en exteriores. Su versatilidad se basa en su característica de regulación de las lamas que puede ser de dos modos: se puede recoger hacia arriba como en una cortina enrollable, dejando la superficie de la ventana completamente libre, o bien se pueden rotar sobre sí mismas, permitiendo graduar la cantidad de luz y aire que entra en las habitaciones.

En el mercado se encuentran venecianas de distintos materiales: madera, plástico o aluminio. Hoy nos centramos en las venecianas de aluminio, que gracias a su resistencia pueden colocarse en ambientes húmedos como el baño o la cocina sin ningún riesgo de deformación. De hecho, el vapor o las salpicaduras no las arruinan y pueden ser lavadas muy fácilmente con un paño. Esto también representa una ventaja en ambientes laborales pues requieren bajo mantenimiento.

Por su estilo sobrio, las venecianas de aluminio se prestan para contextos modernos y los de tipo hi-tech, así como también para habitaciones, salas u oficinas pequeñas que se benefician del poco espacio que ocupan estas cortinas. Para decoraciones más cálidas se puede utilizar también las venecianas en aluminio con “efecto madera” que generan un toque clásico y delicado. En cuanto a los colores, los proveedores con los que trabaja Isprosol ofrecen una amplia gama que se adapta a todo tipo de decoración.

Estores o Cortinas enrollables

Las ventajas de decorar con estores el hogar son indiscutibles. Además de funcional y práctico, el estor aporta estilo y belleza a la decoración de viviendas, oficinas y establecimientos; con diferentes modelos, texturas, combinaciones y colores.

La palabra estor procede del francés “store”. Hace referencia, por tanto, a un tipo característico de cortina enrollable de una pieza que se despliega y recoge verticalmente. Los tejidos que lo conforman son muy variados, permitiendo mayor o menor entrada de luz, según la composición, el grosor de la tela o el color.

También puedes optar por un estor “noche y día” que regula el grado de opacidad. Asimismo, al ser tan livianos ocupan poco espacio y no cargan los ambientes, resultando ideales para apartamentos o pisos donde se dispone de espacio reducido.

Muchas son las ventajas del estor frente a otros tipos de cortina. Desde luego, la estética sencilla y poco recargada es una de las principales. En las viviendas actuales el estor resalta la belleza de su decoración y puede combinarse con diferentes tonos o estampados. Puede elegirse entre gran cantidad de diversos modelos, incluso los mecanismos de plegado divergen unos de otros. 

Por si fuera poco, lucen en cualquier tipo de habitación de la casa, tanto en el salón como en los dormitorios y son también ideales para oficinas por su facilidad de limpieza.
El mantenimiento no puede ser más sencillo, apenas se manchan y se limpian o con una simple aspiradora o con una bayeta con agua y jabón, y la mayoría de los tejidos permiten lavado e inclusive algunos son antimanchas.

Cambiar los cortinajes viejos del domicilio por modernos y estéticos estores puede suponer una de las mejores decisiones. Lo mismo ocurre en oficinas y en cualquier otro tipo de instalaciones comerciales. Se trata, por tanto, de una buena inversión no excesivamente costosa para disfrutar durante mucho tiempo.