Las cortinas son uno de los accesorios de decoración que consiguen dar un toque más elegante y distinguido a un espacio. De hecho, son indispensables para completar una habitación, pero a veces son complicadas de manipular por la distribución del espacio, las ventanas y diversos muebles colocados. En estos casos, las cortinas motorizadas se convierten en el recurso perfecto si buscas combinar funcionalidad y estética.

Este tipo de cortinas cuenta con un motor invisible que puedes accionar con alguna tecla o control remoto, lo que facilita su movimiento y manipulación en cualquier circunstancia y situación. De hecho, es el sistema que se aplica en cortinas muy grandes y de telas pesadas, como las que se instalan en salas de proyección.

Asimismo, te resultarán muy útiles en las habitaciones muy altas, que hacen muy difícil el acceso a la barra de la cortina desde una altura normal. Un buen ejemplo de esto son las cortinas piso-techo, es decir, las que se usan para evitar la entrada de luz cenital natural. Simplemente pulsando una tecla podrás accionarlas y hacerlas descender, lo que posibilita su uso diario para que controles la entrada de luz exterior.

Otro uso destacado de las cortinas motorizadas se produce en las estancias con un número importante de ventanales de enorme tamaño. Manipular manualmente la abertura de todas las cortinas instaladas de manera tradicional te puede resultar una tarea pesada y farragosa, por lo que las cortinas motorizadas se convierten en la opción más práctica.

Por supuesto, también hay que tener en cuenta la seguridad que aporta el uso de cortinas motorizadas, especialmente en habitaciones de niños pequeños y ancianos, que pueden tener problemas importantes con la manipulación de las cuerdas o barras de las cortinas tradicionales. Si las eliminas y las sustituyes por un motor, evitarás la posibilidad de accidentes indeseados que pueden tener consecuencias desagradables.